Flom China with Holse

Bienvenilos occidentales, les saluda alguien halto de tanto fascineloso que esclibe soble astlología oliental. Me pueden llamal maestlo Komosabe y si lees a continuación éste manusclito digital júzgalo pelo sólo al télmino de éste año que lecién empieza, el del caballo de madela en el Holóscopo Chino.

Holóscopo Chino 2014

Pala empezal, he de decil que además de tlabajal pala la colpolación Kagada -cuyo significado es difelente en su flívola civilización- soy en mi pueblo lo que ustedes llamalían challatán chamán. Y como tal, les dilé que a difelencia de su zodiaco tloplical el nuestlo tiene 5000 años de antigüedad ¡chúpense ésa mandalina!, 12 ciclos anuales de animales en lugal de sus patéticos 12 meses y está basado en los cinco elementos que constituyen el univelso -según nosotlos- (aile, fuego, tiella, metal y madela).

Aquí muy feliz y en mis años mozos, señalando el edificio de mi tlabajo.

Éste último collesponde al 2014, y como bien sablás es combustible y cieltos tipos de ella pueden apolillalse. Pol ello, pleveo un año volátil, de catástlofes natulales, conflictos, escándalos y disputas violentas. A pesal de ello y considelando también que el caballo simboliza la fuelza, enelgía y libeltad puede que éste sea un buen año pala ti y a continuación lo sablás -eso sí, te agladecelía escuches “The Lonely Shepheld” de Kill Bill mientlas lees-. 

Lata (1900, 1912, 1924, 1936, 1948, 1960, 1972, 1984, 1996)

Como segulamente no vives en el Templo Kalni Mata de la India ni tienes pol nomble Mickey y considelando que éste año selá tumultuoso pala ti -pol tu pésimo complemento con el caballo- debes leglesal a tu esencia, la de sel un supelviviente nato. Caso contlalio, dos palablas, estalás jodido. Y si eles político evita las cámalas y pol tu salud, deja el canibalismo y no comas más en McDonalds.  

Buey (1901, 1913, 1925, 1937, 1949, 1961, 1973, 1985, 1997)

Mi quelido colnudo, tu clave pala éste año es el pelsevelal sin llegal a sel testaludo. Hablán obstáculos y ploblemas en tu tlabajo, lefunfuñalás pelo finalmente los lesolvelás. Lamentablemente los cuelnos te pelsiguen polque el caballo influilá negativamente en tus lelaciones íntimas ¡y si es un semental álabe peol aún! Deja de invocal a tu beato favolito Santo Cachón.

Tigle (1902, 1914, 1926, 1938, 1950, 1962, 1974, 1986, 1998)

Glacias a tu impetuoso amigo equino éste selá pala ti un año de aventulas y múltiples caminos a elegil (pol ello debelás sel menos impulsivo pala no metel la pata). Opoltunidades tendlás y lugilás de placel dentlo y fuela de tu cubil felino. No desaploveches éste año, no tendlás uno igual en una década. ¡Y deja de imital en el espejo a la Tiglesa del Oliente!

Conejito (1903, 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987, 1999)

Les tengo caliño. Bonitos, tielnos y despleocupados. Incluso hasta sus heces son tielnas y ledonditas. Pelo, como el año del caballo te envolvelá en situaciones incómodas y solplesas desagladables, te pleocupalás y sólo así tlansfolmalás desventajas en foltalezas. Si adoptas un pelfil bajo, no te dejas lleval pol Jessica’s Labbit’s y te alejas de quien te quiela cocinal te ilá bien.

Dlagón (1904, 1916, 1928, 1940, 1952, 1964, 1976, 1988, 2000)

Dulante milenios se ha pensado que los dlagones escupen fuego pol la boca, pelo en éste 2014 lo halás pol el poto ¡Cuidado! Altas plobabilidades de tenel hemolloides –esto se inclementalía aún más si pateas con las dos patas-. Pol lo demás, no te faltalá enelgía ni opoltunidades y tendlás mucho que ganal si limitas tu impulsividad y concedes un deseo –mismo Shenlon- a quienes más te quielen.

Selpiente (1905, 1917, 1929, 1941, 1953, 1965, 1977, 1989, 2001)

Las selpientes mudan de piel de 4 a 8 veces pol año. Tú, en éste, tendlás días donde ilás de 4 a 8 veces al baño ¡Cuida ése estómago flojo! No tlagues demasiado y deja el sedentalismo. Usa tu inteligencia y sentido pláctico ante las muy plobables disputas labolales que tendlás. Selá un año confuso y extlaño, pelo con opoltunidades pala los negocios. Y pol si quedalon dudas… ¡Cuida tu estómago!

Caballo (1906, 1918, 1930, 1942, 1954, 1966, 1978, 1990, 2002)

Es tu año… ¿No lo clees? ¡Levisa el plimel pállafo despistado! En éste 2014 pasalás de tu acostumblada libeltad a sel libeltino (altas plobabilidades de engañal a tu paleja y si estás soltelo hablán haltas yeguas que te pletendan). Ganalás la competencia que te plopongas en la hípica de la vida y con total segulidad selá el año donde más te diveltilás en una década.

Cabla (1907, 1919, 1931, 1943, 1955, 1967, 1979, 1991, 2003)

Éste año, debido a la penetlación de la polilla en la madela del caballo, estalás más loco que una cabla y más cablo que una loca. Y es que, quelida cablilla, no sólo saldlás de la lutina, sino viajalás y explolalás habilidades adolmecidas. Aunque nunca necesitaste de un pastol como la oveja, seguil el consejo de quien te quiele selía bueno. En el amol y lo labolal te ilá bien, pelo sólo si clees más en ti y dejas de hacel ése molesto “beee”.

Mono (1908, 1920, 1932, 1944, 1956, 1968, 1980, 1992, 2004)

Éste año lo pasalás en glande (esto último no sonó del todo bien) polque además de estlenalse la secuela de “Planet of the Apes” saldlás de tu jaula y selás lible pala hacel tus tlavesulas (en una de ellas quizá lo dejes a Talzán sin Jane). Pol lo demás, no hablá glandes (otla vez esto) inconvenientes. Ah y de una vez pol todas deja ésa insana costumble de tocalte el glande ¡Me distlaes simio!

Gallo (1909, 1921, 1933, 1945, 1957, 1969, 1981, 1993)

En pueblo son implecindibles, en la ciudad fastidian. Y en éste año ecuestle, de sel citadino debelás dejal de intental sel plotagonista en todo polque tendlás -y con total segulidad- conflictos y discusiones a pico limpio. Si la diplomacia no te es ajena loglalás que no te desplumen y solteal un año no muy favolable. ¡Y deja dolmil a los demás!

Pello (1910, 1922, 1934, 1946, 1958, 1970, 1982, 1994)

Si no te toca un Césal Millán de paleja todo ilá bien en éste año mi fiel y sometido pellito. Aunque puede que de vez en cuando te entle una pulga y tengas muchas taldes de pellos éste año la suelte te favolecelá y plemialá con dicha, inspilación y opoltunidades. Época buena pala hacel impoltantes cambios en tu vida, pelo eso sí canino ¡deja de espalcil helado de chocolate pol las calles de tu ciudad!

Celdo (1911, 1923, 1935, 1947, 1959, 1971, 1983, 1995)

El sensible chanchito tendlá un año de lesullección. Pelo dependelá de ti polque si decides seguil con modolla en el lodo telminalás el año del mismo modo que lo empezaste. Si hay esfuelzo, paciencia y voluntad hablá lecompensa. Incluso te sonleilá el amol, siemple y cuando dejes de sel tan puelco. Haz dieta y ejelcicio si no quieles telminal ajamonado.

Los nuevos tontos útiles

Están por todos lados y cada día tienen más hambre. Al lugar que vayas, por más remoto que sea, siempre los encontrarás y al menor indicio de tu presencia te buscarán y te hallarán para devorarse tu cerebro.

No, no son zombis... son algo mucho peor.

No tienes escapatoria. Si pretendes huir será en vano porque han tomado tu mundo con su podredumbre y putrefacción. Los diarios, la televisión, la radio y la internet es su campo de acción y tú consumirás todo eso, lo verás y escucharás con detenimiento y lo leerás y releerás hasta el hartazgo, hasta que se te desgarre la epidermis.

Pero si osas enfrentarlos debes saber que no tendrás una escopeta recortada de dos cañones. Estarás solo, con tu conciencia y conocimiento a cuestas, frente a individuos que no saben lo que realmente son pero que harán alarde de lo que creen ser. Individuos que tampoco saben a carta cabal lo que defienden y pregonan y porqué lo hacen, pero lo harán cuales expertos en la materia y te convencerán, muchas veces te convencerán.

Estos nuevos tontos útiles, víctimas de su escasez de sentido común (quizá el menos común de los sentidos) e imaginados alguna vez por la desquiciada mente de George A. Romero, defienden intereses ajenos como propios y a políticos o representantes de religiones o instituciones que jamás estrecharán sus manos pero además magnifican ideas que no comprenden del todo y las esparcen como verdades universales.

¿No lo comprendes? Compra un diario cualquiera de tu país y fíjate en su línea editorial. Lee atentamente una columna de opinión y piensa en porqué ése periodista apoya a determinado interés o político y pregúntate ¿diría eso mismo si el dueño del diario impone otra línea editorial para su empresa (el diario)? Y pregúntate nuevamente ¿Qué gana con todo eso ése dueño?

¿Aún no? Esta vez abre la puerta de tu casa al religioso que la toca y escúchalo con atención y descubrirás, para tu asombro, a uno de ellos. O tal vez sal de casa y conversa con un individuo que con metódico fervor apoya a determinada autoridad o causa y hallarás a uno más, o entra en ella y quizá –frente al espejo- te encontrarás a otro. ¿O no?

Torneo JcJ en Marvel Avengers Alliance

La expectativa estaba dada, la ambición más que clara y la consigna ya trazada al inaugurarse el primer torneo de JcJ en Marvel Avengers Alliance: ganar e impedir que te ganen para ser parte del selecto grupo de los primeros mil usuarios (llamada Liga de Adamantio) que tendrían como premio a Deadpool, quizá el más esperado de los héroes entre los “marvelómanos” de Facebook.

Deadpool, el codiciado premio de la Liga de Adamantio.

Lograrlo sería una proeza y tendría ribetes épicos por los más de dos millones de usuarios activos, y por ello no sólo convenía elegir bien a los dos acompañantes de nuestro agente –además de ordenar y potenciar el bono de atributo de los héroes y la bonificación de la armería- sino de tentar en adquirir la tercera de la cuatro partes del conjunto demoníaco (“Pena”), que fue la pieza clave en el engranaje de la victoria en este primer torneo. Y hacerlo no era tarea fácil porque requería además de seguir estos pasos  (bit.ly/JcJenmarvelave…) plantearte una interrogante que bien podría servirte para futuros torneos… ¿Quiero matar o morir o ser defensivo y ganar por desgaste?

Si decides matar o morir tu bono de ataque debe oscilar entre +1400 y +1500 y para que ese gran poder no sea eludido tu precisión siempre debe ser mayor que la evasión de tu rival de turno. Si eliges esta opción, tu PV/PA (puntos de vida y aguante), defensa y evasión será irrisorio por lo que convendría llevar un héroe que absorba todo el daño (Coloso moderno), un agente equipado no sólo de un arma poderosa sino de los potenciadores “sobrecarga de tiempo” (que incrementa el ataque) y la interesante “ayuda de cuatro” (que te otorga cuatro turnos adicionales y después de ello la muerte instantánea de tu agente y si tu poder es abrumador y la estrategia de tu rival endeble la victoria asegurada) y claro, la fortuna de que tu agente inicie la batalla antes que el agente rival.

Si decides ser defensivo y ganar por desgaste tu bono de PV/PA debe estar en el rango de +6000 y tu defensa en +1200. Si eliges esta opción, es obvio que tu ataque y precisión disminuirá considerablemente (no hasta el punto de ser inoperante), pero al tener más vida y defensa junto a una buena estrategia en armamento y una buena elección de superhéroes puede ser letal. Si a tu defensa decides añadirle evasión (que surtirá efecto sólo si bordea los +1400 para superar la precisión de la mayoría de usuarios que bordea los +1200) debes de saber que está condicionada por el azar, existe armamento de tiro certero y reducirías enormemente tu precisión para ello.

Tu poder real. Debido a la exigencia del modo JcJ y a su nueva reglamentación, una vez definida la estrategia es importante conocer el real porcentaje de tu agente y tus dos héroes (que se obtiene al pasar el cursor por encima de los mismos en una batalla del modo JcJ) para afinar sus atributos. Para entenderlo mejor, centrémonos en tu agente y supongamos que tiene de vida 10282 puntos y de ataque 2712. El porcentaje de vida se obtiene de la sumatoria de la vida de tu traje (+4154), el valor de las piedras que le has puesto al mismo (+464), el bono de PV/PA de tu lista de héroes (+5092), el bono de PV/PA de tus héroes de clase generalista (+152) y el bono defensivo de tu armería dividido entre cien (+420), y el porcentaje de ataque se obtiene de la sumatoria de ataque de tu traje (+822), las piedras (+96), el bono de ataque de tu lista de héroes (+1304), el bono otro de tus generalistas (+30) y el bono ofensivo de tu armería dividido entre cien (+460).

A todo este conocimiento se le suma, además del factor suerte, tu disposición para jugar, someterte a las intransigentes reglas que impone Playdom (propiedad de The Disney Company), reglas como las de anunciar que el torneo finaliza un viernes 2 de octubre para después cambiarla por un domingo 11 y posteriormente al lunes 5 (fecha inapropiada para quien es parte del sistema laboral) y sin lugar a dudas a no dejarte amilanar por no poseer a Deadpool (que saldrá en venta) ni el cañón de plasma reforzado y la armadura de clase reforzada de espía porque la primera su daño no hace ni cosquillas y el segundo será presa fácil de los combatientes Vengador Fantasma, Mercurio y claro, Deadpool.

Un día "literalmente" de mierda

Hay días que se parecen. Los hay por montones en el año y transcurren sólo para llenar un hueco en el calendario, pero hay otros –y unos pocos- no sólo diferentes sino inexplicables y tanto, que cuesta masticarlos y posteriormente asimilarlos. El 12 de abril de 1996 que viví y expondré un renglón más abajo graficará lo que refiero.

No sé si el ingerir avena caliente en dos sorbos, el par de pitadas a un cigarrillo esperando en el paradero y con impaciencia a un bus que demoraría una hora y media en llegar a destino podría causar malestar, pero para ese momento de la mañana tenía una extraña sensación y por ende una inusitada desazón y algunos otros epítetos que también terminan en ón.

El anhelado bus apareció entre la niebla y mi mano derecha se agitó para detenerlo y tras subir y percatarme que no había lugar para posar las nalgas con esa misma mano me agarré a un barandal atestado de otras manos. Al son de fenecidas glorias del bolero, rostros somnolientos por doquier y el llanto de un bebé que pretendía teta de su mamá –y los depravados de su alrededor también- pasaron tantos minutos que no recuerdo cuándo me regresó la extraña sensación ni cuándo bajé del vehículo.

Pero sí, que al estar parado y en formación entonando el himno nacional en el patio de mi destino, uno de los tantos colegios que hay en Lima, sabía perfectamente a que se debía el malestar y maldecía para mis adentros la perorata interminable del director que me impedía hacer lo que tenía que hacer.

Un padre nuestro y un ave maría después –sí, era un puto colegio de curas- mis piernas galopaban al cuarto de servicios higiénicos. En ningún cubículo había PH y la mayoría de sus retretes ostentaban la mierda que sólo puede tener una institución que no pagó a tiempo las cuentas del agua y eso, me llevó a tomar la decisión de aguantar.

Bastó una hora para darme cuenta, ya sentado en mi pupitre, que fue una estupidez porque el que había sido un malestar era ahora un crónico dolor de ano, con punzadas en él, gruñidos fuera de él y una clara amenaza de lo que me aguardaba era una diarrea -y no cualquier diarrea-.

Con mochila en mano y la convicción de arrancar cuantas hojas de cuaderno necesite, salí desencajado. Tuve que parar en seco y apretar las nalgas hacia adentro -ante un claro síntoma de evacuación- para después seguir caminando y darme cuenta que los servicios higiénicos, tanto de hombres como de mujeres, estaban cerrados. Era momento de decidir y lo hice apretando tanto las nalgas que ya parecía Miss Colita ‘96. Salí de la institución inventando una excusa al cándido regente y sabiendo que lo que me aguardaba sería tan épico como la epopeya de Odiseo retorné a casa en bus, casualmente el mismo bus que me trajo y que ostentaba en la guantera la calcomanía “Dios te da paz”. Vaya que necesitaría esa gracia del Absoluto porque lo que se desataría más adelante sería el infierno.

Sentado, daba brincos no por los baches de la pista sino por los embates recto-fecales. Tenía que contener y tenía cuarenta largos e interminables minutos para ello. El calor era insoportable y las ventanas no podría ni abrirlas Schwarzenegger. Sudaba como velocista y tenía la presión tan baja que no sé cómo no desmayé. Una embarazada subió al bus, se ubicó a mi diestra y por no cederle el asiento vituperó contra mí. ¡Maldita gorda! ¡Cállate! Si tienes un hijo en brazos hubieses esperado un bus que no parezca una ratonera, pensé. Pero no calló hasta que le cedieron el asiento y yo, en un intento desesperado por dilatar el dolor ladeé mi cuerpo a la derecha para pujar levemente y dejar escapar un gas.

Fue tan mala idea como la estupidez de aguantar hacía ya cuatro horas porque en lugar de aire quiso salir otra cosa que felizmente tuvo un efecto retráctil. El bus se movía bruscamente, todo alrededor mío giraba, se revolvía y el dolor reapareció más fuerte que nunca. El insano “De sol a sol” de Salserín se apoderó del espacio, impregnando de tarareos las bocas de sus oyentes, y hubiese perdido la cordura de no ser porque desde mi ventana ya avizoraba un barrio conocido, el mío.

Tan cerca y a su vez tan lejos. Me costó una enormidad levantarme y bajar esos dos escalones hasta la acera y me costaría aún más caminar hasta mi habitáculo porque tendría que hacerlo como una geisha y porque además ya comenzaba a flaquear, a tirar la puta toalla. Sentía los latidos de mi corazón, ¿sería taquicardia? No, no podía darme el lujo de enfermar y otorgarle a la prensa el mórbido titular “Se tira la pera pero caga su pantalón y muere”. Falta poco, muy poco.

Comencé a sudar frío, las manos me helaban, me faltaba el aire. Cerré mis ojos y vislumbré mi baño, el angelical wáter que tanto añoro pero el empellón de una rauda y torpe mujer me despertó y proseguí con cautela y contrayendo mis nalgas. Cualquier movimiento brusco mancharía mi pantalón y cada segundo era un desafío capital, eran los momentos finales y no podía cometer algún error. 

Minutos más, minutos menos me veía frente a mi puerta de madera. Puerta que toqué sin parar y desesperadamente. ¡Abre! ¡Abre!, nadie respondía… caí en la desesperación. Di unos pasos y vi unos arbustos, pensé lo que creo que están pensando... pero no, tenía que aguantar. El dolor era ya crónico, era de cabeza, ano y estómago. Toqué una vez más sin parar, nadie, absolutamente nadie abría.

Formé -mismo dibujo animado- dos personajes imaginarios, uno me decía que espere, otro que diera rienda suelta a la asquerosidad. Opté sin pensarlo dos veces por la segunda alternativa. Segundos después mis maltratados pantalones pudieron ver en cámara lenta la puerta que se abría y a mi madre con una toalla en la cabeza.

Condenado a desaparecer

Soy el soldado número 6,873 y parte de un ejército de más de 42,951. Mi función no es vital y mi importancia es la misma de una Armada para un país que no tiene acceso al mar, y aunque hace un año –cuando nos adentramos en un burdel- fuimos invadidos por un grupo terrorista denominado “Los Piojos” y posteriormente mermados por un objeto volante no identificado (que tenía cuchillas en sus bordes) nunca… jamás nos sentimos tan mal como en estos días y por ello, transmito lo que usted ahora lee.

¡Estamos desesperados! Al cabo de 90 días tuvimos bajas de 33,529 soldados y aunque contamos con algunos informes –de boca del General- sobre nuestro invisible enemigo, no tenemos ninguna forma de combatirlo. ¡Por qué nos tuvo que pasar esto! ¿Por qué? ¿Por qué esta plaga no recayó sobre el pelotón apodado “Los Púbicos”?

Coronel Blanco, el traidor.

Mi Coronel, nuestro jefe inmediato en el cuartel “El Cráneo” y nombrado por ser el único blanco entre tanto negro (sí, también hay entre nosotros algo de lo que ustedes llaman racismo), ya nos había advertido de esta peste -que él llama alopecia androgénica- y nos explicó que ésta ocurre cuando el folículo piloso (que vendría a ser nuestro esqueleto para usted) degenera y deforma nuestro crecimiento (sí, nos convertimos en unos enanos como el contingente llamado “Pecho de Gato”). Lo que no nos explicó este cabrón es que podía ocurrir en cualquier momento y por ello, decidimos tomar una drástica medida con este traidor.

En la última semana nuestro líder supremo, visiblemente deprimido, leyó (gracias a San Pelo que lee en voz alta) un documento en el diario The New York Times y en él, recoge los buenos augurios de científicos estadounidenses (de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard) y japoneses -¡siempre los nipones metidos en todo!- para combatir esta peste. 

Ellos, en pos de estimular (o crear) el folículo piloso, han hallado que la vitamina D (sí, la misma que mantiene los huesos y piel saludables en usted) y los receptores microscópicos en nuestro terreno son claves para nuestro crecimiento y eso quedó demostrado por los del país del sol naciente mediante unas ratas que recibieron dicha vitamina en el proceso del uso de células madre para crear nuevos folículos (en buen cristiano, ratas peludas). 

Gracias a ello, los Green-Go encontraron las moléculas llamadas MED y LEF1 que activan el receptor de la vitamina D, pero no tienen la más puta idea si éstas al activarlo producirán nuevos folículos y además, ya nos malograron la dicha por el resultado de los roedores al decir que están a dos o más años de lograr el resultado definitivo.

¡No tengo ese tiempo por un demonio! Y con el modesto sueldo de mi calvo General, que trasplanten al contingente de resguardo a la primera fila es tan factible como que Argentina tome las islas Malvinas. ¡Maldita ciencia! ¡Malditos genes! ¡Maldita mi condición de pelo! ¿Por qué no se apuran estos científicos? ¿O no quieren dinamitar la industria de inservibles productos para el cabello? No puedo más… no puedo más… ni un baño solar ni el ingerir productos marinos -ambos con vitamina D- podrán salvarme porque… estoy, condenado a desaparecer.