Internet, vertedero digital

No contentos con joder al mundo –entiéndase  joder como el acto de depredar sus ecosistemas y dañar su capa de ozono- y de llenar con desperdicios su espacio sideral, ahora también nos hemos encargado de sobrellenar con mierda otro tipo de espacio, internet.

Hasta los Storm Troopers de Star Wars lo saben.

Y eso lo sabe muy bien un anónimo que descubrió en plena adolescencia los www y los .com, los correos y las redes sociales. Y con ellos, el enviar cadenas de información inservible a las masas, el “copy and paste” sobre material audiovisual y textual de dudosa procedencia, además de crear cuentas falsas para diversos fines mas una veintena de blogs sin sentido.

Si una sola persona fue capaz de eso, imagine lo que podrían hacer los 2 mil millones de usuarios que usan internet en el mundo, y lo que es peor -y que haría sonrojar al padre de internet Vinton G. Cerf-, a ese porcentaje habría que agregarle los 5 mil millones que carecen de acceso y que, en unos años o décadas más, se unirán al sistema.

Por lo pronto, los cálculos ya dan aterradoras cifras porque hoy cada segundo más de 2 millones de correos basura (spam) circulan por internet y cada día se envían 300 millones de correos basura con malware (código maligno), ambos confirmados por Bitdefender. 

Además, hace pocos días y en un ejercicio de transparencia nunca antes visto la red social Facebook reveló que, entre sus 955 millones de usuarios activos, 83 millones de ellos son abandonados, duplicados o falsos, es decir, cuentas basura. Twitter -que se ha negado a compartir sus miserias- sigue el mismo rumbo pero según el periodista argentino Jorge Lanata, quien hace tres meses con su reporte “Falsos Twitteros” acusó al gobierno argentino de crear 400 usuarios falsos para introducir opiniones a su favor y hostigar a periodistas críticos.

Por si fuera poco y si tomamos en cuenta que al 2011 habían 70 millones de blogs y que se crean 120,000 blogs cada día (según Technorati), no sería descabellado pensar -sobre todo para quienes navegamos entre ellos- que un gran porcentaje son abandonados o falsos, es decir, más basura. 

Pero lo que resulta aún peor es la ingente cantidad de información falsa, errónea o tergiversada en redes sociales y en muchas de las 582 millones de webs alojadas en la red (según Netcraft). Prueba de ello, las voceadas muertes de Barack Obama, Hugo Chávez, Natalie Portman o Madonna y el sinfín de noticias al son de Orson Wells y su “Guerra de los Mundos”.

Y la persona que fue capaz de hacer todo esto en su medida, sí, ese anónimo que en su adolescencia descubrió internet y que probablemente ahora ríe al mandar cadenas y al dañar honras y verter mentiras a diestra y siniestra, pronto descubrirá –quizá antes de su adultez- que al igual que él otros millones también lo hacen y cuando lo descubra y se tope con ellos y sea parte de sus “bromas” aquella risa será parte de una ejemplar tragicomedia.